Quantcast
Channel: Doctor Who España | Noticias
Viewing all articles
Browse latest Browse all 915

La Necesidad de los Episodios en Dos Partes

$
0
0


Hay una escena maravillosa en "Hide" en la que Clara comenta al Doctor, "Todos somos fantasmas para ti" No hay velocidad durante la secuencia, no se transfieren ápices de acción, sólo dos personajes que como todos, tienen un momento para decirse las cosas. La escena solo dura un minuto y medio, pero en este fragmento tenemos una mejor idea del personaje de Clara. Nos recuerda o nos devuelve la idea del efecto que el Doctor puede tener sobre sus compañeros. Doctor Who sobresale con momentos cargados de carácter. Los diálogos, que a menudo son brillantes e ingeniosos, son uno de los mayores aspectos a destacar de la serie, pero a menudo también resultan hermosos y plácidos, como si la poesía fuera una opción más en este programa de ciencia-ficción. Sin embargo, esto suele ser más practicable cuando el espectáculo tiene un momento para respirar que, siendo una serie de viajes por el espacio con un Doctor que es correcaminos y coyote a la vez, suelen ser escasas las veces que podemos disfrutar de algo así. A pesar de que la premisa puede ser la idea más ridícula en la historia de la televisión, el crudo y armonioso diálogo entre dos personas puede ser a menudo lo más valorado. (Véase la conversación del Doctor con Wilfred Noble en aquél restaurante de "El Fin del Tiempo, primera parte"). Las palabras son la mejor arma del Doctor después de todo.

La Séptima Temporada de Doctor Who contiene un número bastante "decepcionante" de estos momentos. Justo cuando crees que el Doctor y Clara pueden detenerse un momento para charlar, el monstruo se acerca y es hora de volver a correr. Es un problema, lo sabemos. No es sólo perjudicial para el ritmo de la historia, también lo es para el propio corazón de la serie. No es precisamente un problema de mala redacción lo que tiene la culpa, ya que ambos viajeros del tiempo se complementan muy bien. No es porque la casualidad haya adelgazado en palabras durante la temporada. Es la exclusión de episodios en dos partes.

Todo el enfoque para la Séptima Temporada giraba en torno a una idea simple; crear una aventura tan alocada como vivaracha parta las presentes generaciones, transformarla en un par de muecas molonas y presentar cada episodio como un éxito rotundo lleno de emoción y complementos. Aunque aplaudo la idea de la experimentación (la ambición es la razón de que este espectáculo ha durado 50 años, después de todo) todo ésto no está funcionando para muchos fans. Cada episodio que se desmadra en acción pura y constante, a la vez desecha momentos de carácter personal. Ttodo eso resta sentido al cómputo de la aventura, ya que nunca vemos el efecto que tiene toda la acción en los personajes. Parece como si el espectáculo no se tomara un momento para, simplemente, respirar hondo y pensar "Oh, lo que hemos pasado ¿eh compañero?" y de ésta manera no es sorprendente, dado el hecho de que, a los escritores sólo se les permiten 45 minutos para meter todo el jugo del episodio dentro.



Es una idea interesante poder cambiar el formato del programa y mantenerlo de esta manera, pero hasta cierto punto. Es como si la serie Doctor Who se estuviera convirtiendo en una forma de abordar siempre al protagonista, un Señor del Tiempo que siempre está corriendo, que no se detiene jamás. Es cierto que la temporada ha evolucionado bien y que fue mejorando poco a poco, pero eso no cambia el hecho de que dos partes ya no sean importantes en un programa tan ambicioso. Doctor Who siempre ha presentado enormes ideas, tan locas como efectivas, y tratar de hacerlo todo en 45 minutos no puede ser una tarea simple para cualquier escritor. Steven Moffat desea ante todo que cada episodio sea un gran éxito de taquilla, pero al parecer, esa obsesión por cambiarlo todo "descaradamente" está generando que los epiosodios sepan cada vez más a coca cola caliente sabor Estados Unidos. El programa debe tener un momento para exhalar, para meter aire en nuestros pulmones. Eso ha sido siempre una de las mejores cosas desde que Doctor Who llegó en 2005, que el protagonista conocía bien a las familias de sus compañeras y se creaban tensiones y momentos tiernos... a la madre de Rose, a los padres y hermanos de Martha, a los abuelos de Donna ¿Donde están los padres de Amelia? ¿Donde los padres de Clara? ¿ex-novios como "perro de hojalata"? ¿Aventuras con tanto éxito como las de "Familia de Sangre"? parece que en realidad aquí está fallando algo y no es (puedo meterme en problemas por esto) por defender a Russell, si no, recuerden la Doctor Who Classic y verán lo que son aventuras hasta de nueve partes.

La disminución de los momentos "carácter a carácter" ha fracturado la conexión emocional con el público, y todo es debido a la falta de tiempo en los rodajes. Observemos a Clara Oswald, por ejemplo, Jenna-Louise Coleman es una actriz maravillosa, su sonrisa ilumina toda la escena y a menudo me recuerda a Cristina Ricci en "Casper", pero más allá de eso, no tengo problemas para escribir que nunca hemos llegado a conocer bien su personaje (ni mucho menos). Si Doctor Who simplemente nos ofreciera de vez en cuando dos partes en la misma aventura, esto resolvería todos los problemas. Con el doble de tiempo, los escritores pueden incluir lo mejor de ambos mundos, Doctor-compañera. Una gran historia puede presentarse con buen ritmo, pero necesariamente debe contener espacios para las relaciones. La trama real del episodio se puede complementar con momentos de caracteres propios. (Al igual que la grieta en el tiempo, y cómo afectó al personaje de Amy) Todo esto es cuestión de tener más tiempo para equilibrar los elementos.



No todos los episodios necesitan dos partes, por supuesto. "Hide" y "Journey to the centre of the Tardis" se han trabajado indudablemente bien con el tiempo que se les ofreció. Luego tenemos por ejemplo "The Bells of Saint John", que sin duda es un episodio que merece más de 45 minutos para ser bien representado, ya que delimitó demasiado toda la introducción de una nueva compañera. Cuando se tiene cada aventura regulada a sólo 45 minutos, el espectáculo comienza a convertirse en palabras a través de los movimientos, y parece no tomarse el tiempo suficiente para hacer que todo importe en la situación. Una vez más ha habido excepciones, pero este enfoque del tema que nos concierne hoy no ha dado resultado hasta ahora. El encanto de Doctor Who viene de los personajes y la forma en que las geniales ideas de cada historia les afectan.

Lo que nos lleva al mismo hombre. Steven Moffat ha firmado un expediente en la serie respondiendo que decide "exterminar" los episodios de dos partes porque no tiene sentido para su forma de trabajar. (y a las tradiciones de Doctor Who que les den por donde les guste).

Sin duda un escritor puede atar suficientes tramas en 45 minutos de tiempo, pero es complicado equilibrar una emoción real en la misma. Una aventura de dos partes es mucho más que una forma de entender el suspense emocional de la trama. Es una herramienta necesaria en todas las series, usada para que todo lo llevado a cabo, pueda florecer en los telespectadores. Si cada episodio no puede ser superior al tiempo establecido por la séptima temporada, lo que sucede a continuación, es que la aventura pueda ser entendida como muy "facilona" para el Doctor ("Cold War", "The Power of Three") y que el desenlace venga casi al mismo tiempo que el nudo de la trama. Además (y añadiendo más leña a ésto) el escritor debe dejar margen al final del episodio para el ya famoso "enlace a la siguiente aventura" (no nos confundamos con el next-time), que se ha instaurado de forma evidente en ésta temporada. Hay una razón por la que algunos fans creen que los episodios de Moffat han aumentado en "espectacularidad americana" y disminuido en entretenimiento o personalidad, y es que desde "El Astronauta Imposible / El Día de la Luna", es la única aventura que realmente mereció dos partes en la sexta temporada, (aunque "Un Hombre Bueno va a la Guerra" y "Matemos a Hitler" podría argumentarse como una sola si lo hubieran decidido así).



Imagínate como fan de Docto Who que "Matemos a Hitler" se hubiera convertido en una aventura de dos partes. River Song pasó de ser una asesina psicópata bien entrenada, a ser amante del Doctor en muy poco tiempo ¿no os parece? habría sido más emocionante, progresivo y natural si se le hubiera dado más tiempo para tan radical cambio. Este es un ejemplo perfecto de lo útiles y necesarias que resultan dos partes. Al añadirse otros 45 minutos, al escritor se le permite más espacio para momentos lentos. Los personajes podrían detenerse (a veces literalmente) unos segundos para reaccionar ante todo lo está sucediendo (un buen ejemplo se encuentra en "la Tierra Hambrienta" y "Sangre Fría"). Si observamos que los protagonistas se preocupan, nosotros también nos preocuparemos. Ésto se puede aplicar a "The Name of the Doctor", cuando Clara menciona Trenzalore al Doctor, éste se derrumba por unos segundos en el sofá y rápidamente se levanta para emprender el viaje con Clara hacia su propia tumba, una buena conversación y unas confesiones hubieran estado mejor ¿no os da esa sensación y necesidad al verlo?

Por supuesto, Doctor Who continúa ofreciendo una experiencia única al espectador, pero la falta de dos partes amenaza con socavar todo su potencial. Por irónico que parezca, el espectáculo necesita más tiempo.
















Fuente: Doctor Who TV (y con elaboración propia).
Traducción de Jorge Maseda para Papel Psíquico.
Doctor Who is © BBC.
Doctor Who España y Latinoamérica.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 915