"Asylum of the Daleks"
Con este capítulo Steven Moffat quiso dar una vuelta de tuerca a la figura de los Daleks. A lo largo del 2011 prefirió ofrecer un descanso a estos iconos de la cultura británica porque según el, eran ya demasiado familiares para los televidentes. Aquello que en un principio fue concebido para aterrar o causar expectación se estaba convirtiendo poco a poco en algo demasiado inocuo, de ahí que idease un maquiavélico guión donde poder reformular la figura de los Daleks.
Decidió traer a todos aquellos con los que el Doctor se hubiera enfrentado alguna vez desde 1963, recuperando incluso las armas originales de 1988 en “Remembrance of the Daleks” para dotarlos a su vez de una desesperada locura con la que hacerlos aún más aterradores… sorprendiendo así al espectador.
Karen Gillian admitió que jamás había sentido miedo de los Daleks hasta que rodó ese capítulo.
Para el rodaje del capítulo se contó además con un Dalek muy especial, uno perteneciente al propio Russell T. Davis y que cedió encantado tras que Moffat se lo pidiera.
Esta también fue la primera aparición de Jenna-Louise Coleman. Se cuenta que realizó dos audiciones, una como Oswin y otra como Clara, sin que ella supiera en ningún momento que iba a ser el mismo personaje. Su carisma y la chispa existente entre Jenna y Matt durante las pruebas, fueron sin duda las razones por las que el equipo comprendió que ya habían encontrado a la nueva companion del Doctor.
El rodaje de sus escenas en este capítulo transcurrió mayoritariamente en una sala cerrada de pantallas verdes y a lo largo de seis días.
Las escenas con nieve fueron rodadas en España durante la producción de “A Town Called Mercy”.
El logo de Doctor Who en el opening está formada por la textura de un Dalek.
Durante el episodio aparece la pieza musical “Carmen” de Bizet.
“The Snowmen”
Este capítulo está basado en “The Abominable Snowmen” (1967), cuando el segundo Doctor se enfrenta por primera vez con “La Gran Inteligencia” en la década de los años 30.
Más tarde volvería a aparecer en “The Web of Fear” cuando en lugar de dominar a los muñecos de nieve, adquiere la forma de un robot con forma de Yeti a finales de los 60.
De hecho, durante el capítulo de “The Snowmen” se hace una pequeña referencia a este capítulo, cuando el Doctor muestra una caja de galletas con el mapa del metro de Londres, escenario donde el Yeti sembró el terror.
Es interesante advertir la imagen final de su lápida en el cementerio: Clara nació un 23 de noviembre, justo cuando “Doctor Who” fue retransmitido por primera vez en 1963.
Moffat quiso también dar una imagen nueva a la TARDIS, buscaba algo un poco más mágico y espaciado, con un acceso más fácil, a la vez que oscuro y temperamental.
El Doctor estrenó así mismo un traje nuevo y de color púrpura, otorgándole una apariencia más paternal, más seria, demostrando de algún modo, ese cambio en su vida tras la pérdida de los Pond.
Este capítulo contiene además varias referencias a Sherlock Holmes. Recordemos que Moffat es el co-creador de la serie de la BBC “Sherlock” junto a Mark Gatiss, donde curiosamente Smith llegó a ser propuesto para el papel de Doctor Watson. Pero tras ver su audición concluyeron al instante que su registro encajaba a la perfección con el de un “Time Lord”.
De hecho, actores como Tom Baker o Peter Cushing interpretaron al famoso inquilino del 221b de Baker Street tiempo después de haber dejado sus inolvidables encarnaciones como Doctor.
En “The Snowmen” apreciamos a su vez el regreso de Richard E. Grant, quien anteriormente ya había interpretado al Doctor en dos ocasiones: la primera en el especial del Comic Relief de 1999, escrito por el propio Moffat y titulado “The curse of fatal death”, y la segunda dando su voz en la animación de “Doctor Who: Scream of the Shalka”
Sir Ian Mckellen aportó su voz a “La Gran Inteligencia”.
Los niños a los que Clara cuidaba como institutriz, eran hermanos en realidad: Ellie y John Darcey-Alden.
A pesar de que el capítulo está ambientado en Navidad, el rodaje se realizó en agosto del 2012, utilizando mayoritariamente localizaciones de la ciudad de Bristol debido a su ambiente victoriano.
“The Bells of Saint John”
Moffat quería transmitir al espectador con este capitulo cierta inquietud hacia lo que habitualmente nos es tan cotidiano e inofensivo. Según él, quiso coger algo “omnipresente en nuestras vidas y transformarlo en siniestro”, para intentar que los niños lograran asustarse de eso a lo que están tan familiarizados: la tecnología, el Wi-Fi.
Deseaba además que tuviera una trama “urbana” al estilo “James Bond” o “The Bourne Identity”, una montaña rusa de acción destinada a dar miedo.
Artículo de Alicia Winter para Papel Psíquico.